La calidad del terapeuta es fundamental para el éxito de la terapia. Las cualidades que hacen a un buen terapeuta son la empatía, la comprensión de los problemas de salud mental y una sólida comprensión de su campo. Un buen terapeuta también necesita saber cuándo derivar a alguien o pedir ayuda si no puede manejar el caso. Los terapeutas deben poder desarrollar una relación de confianza con sus clientes para que la terapia funcione. Sin confianza, siempre habrá dudas sobre lo que su terapeuta piensa de usted, lo que puede causar problemas durante las sesiones de tratamiento. Es importante que los clientes se sientan cómodos compartiendo todos sus pensamientos y sentimientos porque les ayuda a sanar del trauma u otros trastornos emocionales.
Las cualidades de un buen terapeuta
Un buen terapeuta es mucho más que una persona con un título. Hay muchas características que conforman a un buen terapeuta, y este artículo enumerará seis de las más importantes. Si tiene un familiar o un ser querido que ha estado en terapia durante algún tiempo, entonces probablemente podría adivinar al menos tres cualidades en esta lista: la empatía, el cuidado y el conocimiento se encuentran entre los principales. Pero ¿qué pasa con esas otras cualidades?
Hay muchas maneras de convertirse en terapeuta y hay terapeutas que se especializan en muchas áreas diferentes, como ansiedad, depresión, etc. Algunos terapeutas solo trabajan con niños o adolescentes. Si bien existen requisitos generales para convertirse en terapeuta, cada tipo de terapia es ligeramente diferente y requerirá una capacitación específica. Por ejemplo, para especializarse en algunas áreas de la terapia, puede adquirir un Certificado de posgrado en línea en salud mental o un grado similar. Con estos certificados, aprenderás los principios básicos de la psicoterapia.
Sorprendentemente para algunas personas, no es su trabajo como terapeutas arreglar a todos los que cruzan su puerta. A veces, las personas necesitan ayuda externa de otro profesional o incluso medicamentos para curarse de verdad. Esto puede ser difícil de entender para algunos clientes cuando están pasando por momentos difíciles y quieren que todo se haga ahora mismo. Pero es trabajo del terapeuta saber cuándo su cliente necesita ayuda de otro profesional, y también tiene la responsabilidad de derivarlo.
1 – Empatía
La empatía es una de las cualidades más importantes que conforman a cualquier buen terapeuta. Necesitan poder ponerse en el lugar de sus clientes para generar confianza. Sin empatía, no podrían ayudar a sus clientes en situaciones o momentos difíciles en su vida. La empatía va de la mano con el cuidado, y ambas son cualidades vitales de un buen terapeuta.
2 – Conocimiento
No cualquier conocimiento servirá cuando se trata de ser un terapeuta. Un terapeuta necesita una sólida comprensión del campo en el que trabaja, además de tener experiencia trabajando con personas con problemas. Si bien no hay una cantidad fija de años que uno debe haber trabajado antes de llamarse experto, la señal más obvia de que alguien no sabe lo que está haciendo es si afirma ser experto después de solo ver a dos pacientes. Si quiere estar seguro de que su terapeuta sabe lo que está haciendo, siempre pregunte sobre su educación y capacitación (es decir, dónde fue a la escuela e hizo sus prácticas) antes de comenzar a trabajar con él.
3 – Cuidado
Como se mencionó anteriormente, el cuidado es una cualidad vital de un buen terapeuta. Un terapeuta debe tener una comprensión de su cliente antes de entrar en terapia. Si el terapeuta no parece interesado en conocer a su cliente en un nivel más profundo, es probable que no ayude a su cliente a llegar a donde quiere que esté. Para que las sesiones de terapia de alguien tengan éxito, debe haber confianza entre ellos y sus terapeutas. Esto solo puede ocurrir si el terapeuta muestra un interés genuino en quién es su cliente como persona. ¡Así que escuche cuando su terapeuta le pregunte sobre sus intereses! Es posible que aprendan algo sobre usted que les ayudará a guiar su sesiones de terapia.
4 – Voluntad de Escuchar
Un terapeuta también debe estar dispuesto a escuchar y escuchar lo que sus clientes tienen que decir. Deben evitar la tentación de diagnosticar o etiquetar a todos sus clientes en función de una sola sesión (o incluso algunas). Sí, los terapeutas evalúan a sus clientes a lo largo del tratamiento, pero necesitan tener evidencia sustancial de que alguien tiene un trastorno antes de poder diagnosticarlo. Para aquellos que no están capacitados como consejeros o psicólogos, esto puede parecer una tarea fácil. Sin embargo, en realidad es muy difícil para la mayoría de las personas porque no sabemos cómo nuestros comportamientos pueden afectar a quienes nos rodean en ocasiones. También tenemos una tendencia a juzgar a las personas que son diferentes a nosotros y a evitar ciertos comportamientos que causan malestar. Si bien es posible que los terapeutas no puedan llegar al núcleo de lo que molesta a alguien en una sola sesión, al menos deben intentar dar sus opiniones sobre lo que creen que puede estar causando algunos problemas a sus clientes.
5 – Mantener una mente abierta
Los terapeutas siempre deben tener la mente abierta cuando se trata de trabajar con sus clientes. Necesitan recordar que se necesita tiempo para que se desarrollen la confianza y las relaciones dentro de las sesiones de terapia. Y debido a que las experiencias de vida de cada persona son únicas, no existe una solución única para cada persona que busca ayuda de un profesional. Algunos terapeutas pueden parecer que tienen las respuestas en lugar de tomarse el tiempo para ayudar a sus clientes a encontrar las respuestas que buscan. Esto puede afectar negativamente la capacidad de un cliente para confiar en lo que le dice su terapeuta, lo que solo perjudicará el potencial de éxito del tratamiento.
6 – Saber cuándo derivar
Finalmente, los terapeutas necesitan saber cuándo es el momento de referir a alguien. Es importante que los clientes que buscan ayuda de un consejero o psicólogo se sientan lo suficientemente cómodos con ellos para poder hablar abiertamente sobre sus problemas. Si su terapeuta parece demasiado ocupado tratando de arreglarlo en lugar de ayudarlo a usted mismo, es posible que no sea la mejor opción para usted en este momento. Sí, los terapeutas están aquí para ayudar y guiar a sus clientes a través de momentos difíciles, pero hay ocasiones en las que un cliente necesita encontrar un bache en el camino antes de que pueda aprender a manejarlo por su cuenta. Es importante que los terapeutas no pierdan de vista lo verdaderamente importante, que es el progreso y bienestar de sus clientes.
Para que las sesiones de terapia sean exitosas, hay ciertas cualidades que los terapeutas deben poseer. Si está buscando a alguien que lo guíe en momentos difíciles, busque un terapeuta que tenga formación académica en consejería o psicología. Esto les permitirá comprender completamente lo que necesitan saber sobre cómo su comportamiento puede afectar a quienes los rodean. Y debido a que las experiencias y luchas de todos son únicas, los terapeutas deben tener la mente abierta y estar dispuestos a escuchar sin apresurarse a emitir juicios sobre sus clientes.
Si bien los terapeutas están aquí para ayudar, deben saber cuándo es el momento de derivar a alguien para un tratamiento adicional. Esto demuestra que se preocupan por el bienestar y el progreso de sus clientes más que por arreglarlos por completo. Sin embargo, es posible que no siempre esté de acuerdo con su terapeuta. Si este es el caso, asegúrese de expresar su opinión para avanzar en su relación con ellos. Los terapeutas no son perfectos, nadie lo es. Pero deben estar dispuestos a trabajar en sus defectos en lugar de evitarlos por completo.